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​​Pensar desde el “caos prosaico” propone pensar desde la incertidumbre del azar, donde múltiples conflictos que se interpelan unos a otros, dejan múltiples huellas, diversas escrituras y diferentes gestos que retornan reconfigurados



Esta expresión del “caos prosaico” que retorna, al espíritu del “caos luminoso” que se constituye y se reconfigura en un nuevo azar, es el círculo del abismo donde siempre hay carencia, abismándonos a esta nada, comprendemos pues que el arte no es algo para llenar el abismo, sino que surge de él, el arte es la prueba de que la construcción parte de la ausencia de nosotros mismos y retorna como ausencia, pero reconfigurada.



Así pues en base a esta reflexión entendemos porque lo bello y lo humano no pueden ser pensados en el sentido de lo racional, ya que el abismo supera la construcción de cualquier significado. Y el “Yo” que enuncia, se ahoga, agoniza y finalmente muere. El “Yo” nace muerto, ha nacido para morir.

El “Yo” que crea es nuestra conciencia muerta… el arte nace de la ausencia que hace mi presencia. En este sentido, toda arte es abismal, debe quedar abierto, debe bordear los abismos; el que crea debe cargar en sí el abismo de la muerte, la impresión de la nada y el azar de los “caos luminosos” y prosaicos.

Engendro de la No Nada



"Poesía para el fin de los tiempos.”


I
No sé exactamente donde nació este canto,
Egipto, Grecia, Mesopotamia, ¡Oh imperios de América!,
en la impotente vía láctea, que circula y circula,
en el cosmos ad eterna.



No sé exactamente cuando nació este canto,
entre el todo o la nada, una fracción del tiempo.
Excelsa armonía, ¡Principio!
Excepcional orden, ¡disputa!



El canto de las más altas dignidades;
Principio y disputa.



II
Yo soy el padre que ha engendrado un hijo,
solo algún tiempo
por algún tiempo,
me he abandonado en el hórrido abismo.
Argumento: ¡no creo que existo!



He engendrado un misterio
solo algún tiempo
por algún tiempo,
un tiempo en el que mi hijo no existía,
me engendro anterior a lo engendrado.



Existo solo algún tiempo,
por algún tiempo.
He sabido del tiempo en el que no existía
¡Mi hijo no existía!
¡Mi hijo no existía!



Estoy condenado algún tiempo,
solo algún tiempo
por algún tiempo.
De plena libertad de mi conciencia,
libertad para exponer mis creencias,
gozo durante el misterio,
pasión ante el ataque,
lógicas contrarias sostenidas.



III
Yo no he sido un padre siempre,
hubo un tiempo en que fui hombre simplemente,
Nada, verbo, criatura y obra,
Divinidad antes de haber sido hecho,
hubo un tiempo en que aún no existía,
Yo he estado solitario en mi verbo,
mi sabiduría aún no existía,
me he querido crear
Y me he dado un nombre,
Verbo, hijo y sabiduría
¡Mi hijo no existía!
¡Mi hijo no existía!



IV
En la soledad me reconozco,
soy mi único engendro,
único mortal eterno,
sin principio verdadero.



Soy mi único engendrado,
único inmortal terreno,
Sin un fin palpable.



Me engendro anterior a lo engendrado,
sin tiempo, porque esta ha de ser mi voluntad.



Todo poema se escribe primero con sangre sobre el cuerpo,
luego en papel, por cuestión de orgullo.

V
Soy el engendro antes del tiempo,
creado y formado por los siglos,
las abominaciones de la historia,
los vicios de la filosofía,
las certezas de la ciencia,
los delirios de la poesía.



¡Oh mi criatura más amada, yo te condeno a la muerte!



Y tú, sombra de mi verbo engendrado;
serás el mensajero de mi pensamiento divisible y mudable,
el misterio de mi alma excelsa.

Serás un ser, realmente aparte de lo que todos afirman.
¡No, Nada!

Nox Mater Caos (La Danza Universal)



"Antes que todas las cosas fue Caos"
-Hesíodo-


I


¡Danza el universo entero!
Luz pura, sarcasmo,
moviéndose al ritmo de mi eufórico canto.



¡Danza el universo entero!
El sueño y la muerte... hermanos,
pena y engaño del destino cruel.



¡Danza el universo entero!
En algún lugar al borde del cosmos.



¡Danza el universo entero!
Merodea el abismo del pozo sin fondo.


II


¡Danza el universo entero!
Condenado a la materia oscura,
amor - muerte por decreto suyo.



¡Danza el universo entero!
Neuma del aire, fuego,
quinto mundo, Éter, Cosmos...



¡Danza el universo entero!
Invoca la flor fundamental del Caos.



¡Danza el universo entero!
Totalmente sin carácter, ilimitado: el infinito.


III


¡Danza el universo entero!
Venganza, angustia,
discordia y ternura de su vejez.



¡Danza el universo entero!
La sentencia airada de la energía oscura,
ni la apelo, la resisto... no la huyo.



¡Danza el universo entero!
Azar indeterminado, aleatoria incertidumbre.



¡Danza el universo entero!
Habitualmente en el lugar de lo incomprensible.


IV


¡Danza el universo entero!
¿Dónde ira a parar el eco de este canto?







Desarmonía Preestablecida



¡Un poco más!
¡Un poco más!
¡Un poco más!



Un poco más del veneno de esta relación antigua,
un poco más de música que nace en pensamiento,
un poco más de tragedia, origen del emblema de mi obra.



¡No me dejes!
¡No me dejes!
¡No me dejes!



Desarróllate en mi cuerpo como virus que se expande,
ábrete como flor macabra en forma de símbolos enfermos,
danza en juegos múltiples de orgias y guerras constantes.



¡Azar es creador!
Desborda las fronteras del encierro de este yo determinado.



¡Azar es destructor!
Irrupción del sinsentido que no puede circunscribir ni a un sujeto.



¡Azar es creador!
Una persona.



¡Azar es destructor!
Un objeto.

¡Azar es creador!
Contrapone ante mí mismo la imagen inicial de mi conciencia.

Mauricio Arcila 

Lord Klisgor

© 2012 by ATHANOR. "Antes de entrar, perded toda esperanza."

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